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¿Qué Necesitan?

¿Llevamos un cachorrito a nuestra casa?

   Ante todo debemos pensar que estamos llevando un ser vivo, con emociones, temores y ansiedades. Debemos tener en cuenta que no llevamos un juguete para los niños, por lo tanto debe procederse con cautela para no correr riesgos ni malograr el cachorrito.
   

    Al llegar a casa, nuestra primera precaución será que nadie tome en brazos al animal que ha sufrido una dolorosa experiencia, la separación de la madre. Igualmente ha debido sufrir durante el viaje siendo probablemente la primera vez que se encuentra sobre un terreno movible. Hasta ese momento solo conocía la tierra firme; posiblemente haya sufrido  de mareos y quizás vomitado.
   

    Lo dejamos en el lugar prefijado para él, que tendrá que ser tranquilo y caliente, y esperaremos que salga. Un perrito saludable al poco rato saldrá de su cama  a efectos de explorar su nuevo ambiente y buscará la compañía de las personas que lo rodean. No debe intentarse tomarlo en brazos si retrocede ante nuestro avance y menos aún si llega un determinado momento en que la pared lo detiene y se ve acorralado, ya que podría quedar grabado en su pequeña mente dicho movimiento de retroceso ante el hombre; y aunque el animal se desarrolle en buen armonía con los hombres, el subconsciente llevará esa carga durante toda su existencia. Los niños no deberán venir corriendo y gritando hacia el cachorro al cual asustarán, sino que jugarán con él sentándose en el suelo, a su mismo nivel.


    Para que nuestro cachorro se desarrolle en forma normal y libre de temores, tendremos que permitirle que forme un nuevo estereotipo a costa de los sufrimientos morales que experimentará debido al rompimiento del viejo estereotipo, y ello va unido a la necesidad de cambiar las conexiones condicionadas que antes se formaron.


    Como medida de gran importancia, al cachorrito no se le debe gritar y bajo ningún motivo castigar corporalmente. Se le hablará en forma suave, cariños, acariciándolo y mimándolo. Se le dará toda la libertad posible dentro de los límites razonables y algunos juguetes de goma maciza a fin de que ese entretenga y pueda gastar las energías excedentes ( de esta forma no buscará jugar con los zapatos , medias, alfombras o cortinas).  No hay que olvidar que se trata de un “bebe”.

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